Aceite de coco ¿el descubrimiento más saludable o una moda pasajera?
Aquí, en España, lleva ya un tiempo el aceite de coco como novedad en los supermercados. Nos lo venden como ingrediente fit en numerosas recetas pero, realmente, ¿es tán maravilloso?
Lo vamos a comparar con el aceite de oliva (virgen extra), que aquí es nuestro aceite de referencia. Y nos vamos a centrar en su uso culinario, que es lo que nos interesa.
Para empezar, el aceite de coco ha tenido durante mucho tiempo mala reputación debido a su riqueza en grasas saturadas. Pero, con el avance de la ciencia, se ha demostrado que no todas las grasas saturadas son perjudiciales y, además, no todas son igual de impactantes en la salud. Por ejemplo, no tiene nada que ver la grasa saturada de palma de un bollo con la grasa saturada de la mantequilla. Hay que tener en cuenta el alimento en su conjunto. La grasa del coco no es mala, de hecho, hay estudios que sugieren que la grasa saturada en el aceite de coco en realidad ayuda a elevar el colesterol bueno (HDL).
Igual que optamos por un aceite de oliva virgen extra, también escogeremos un aceite de coco virgen, sin refinar. Ya que en este proceso se alteran las propiedades sensoriales y nutritivas del mismo.
Propiedades
Al contener un 55-60% de ácidos grasos saturados de cadena media el aceite de coco virgen posee propiedades beneficiosas muy singulares:
- Activa el metabolismo. El organismo es más propenso a utilizar éstos ácidos grasos como fuente de energía que a almacenarlos como grasa.
- El principal ácido graso es el ácido láurico, que tiene propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivirales.
- Aumenta los niveles de HDL (colesterol bueno).
- Resiste temperaturas más altas que cualquier otro aceite, sin quemarse.
El aceite de oliva virgen extra es rico en ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico) y poliinsaturados (ácido linoleico) por lo que:
- Ayuda a aumentar los niveles de colesterol HDL y disminuye el LDL (colesterol malo).
- Es antioxidante.
- Es beneficioso para el control de la hipertensión arterial.
- Reduce la aparición de trombosis y previene la aparición de diabetes.
- Si bien su punto de humo es más bajo que otros aceites, sus compuestos antioxidantes hacen que resista más ciclos de fritura.
- Se ha estudiado cómo las grasas saludables, el aceite de oliva y la dieta mediterránea en general, podrían retrasar el deterioro mental, vinculado a enfermedades mentales como el alzhéimer.
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Por otro lado, hay que tener en cuenta que, la mayoría de estas propiedades tan beneficiosas las disfrutaremos si utilizamos estos aceites en crudo. Para freír, un aceite de girasol alto oleico, nos ofrece una alta calidad, con una alta estabilidad térmica y un mejor precio.
Truco: No es aconsejable añadir sal y especias al freír ya que acelerarían la alteración de los aceites, estos ingredientes deben agregarse después y una vez eliminado el exceso de grasa.
¿Cuál es más saludable?
La ciencia dice, que el aceite de oliva virgen extra es más saludable en comparación con el de coco. El aceite de coco contiene algo de antioxidante, pero no es tan efectivo en comparación con los presentes en el aceite de oliva que, además, tiene un perfil de ácidos grasos más favorable.
Conclusión
Para freír el aceite de girasol alto oleico, tiene buenas propiedades y mejor precio. ¿Puedes usar aceite de oliva? ¡Claro! Es muy bueno pero, al freír perderás eso que le hace tan beneficioso por encima de los demás y además es más caro.
En crudo mejor el aceite de oliva virgen extra, es el más saludable y su sabor y calidad incuestionables. Lo ideal sería que fuese la grasa base de nuestra alimentación, ¡por algo la dieta mediterránea es tan envidiada en todo el mundo!
El aceite de coco virgen mejor para un uso ocasional. Para cuando preparamos una receta especial en la que buscamos ese sabor propio. Piensa que siempre es mejor dar prioridad a los productos locales y de proximidad, es más sostenible.
Y recuerda, sean cuales sean las grasas y aceites de tu dieta, es esencial la calidad (evitar refinados) y la cantidad.
Nos vemos en la próxima aventura y recordad… ¡No olvidéis jugar con la comida!
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