SANGRÍA ESPAÑOLA ¿Cómo lo hacen?
Sangría… una de las razones que arrastran a millones de alemanes e ingleses fiesteros a las costas españolas cada verano.
Todos hemos probado esta dulce bebida alcohólica alguna vez y acabado la noche desnudos corriendo por la playa mientras gritamos “Libertad”. Bueno todos…todos quizás no.
Un buen vaso de sangría fresquita es el mayor de los placeres conocidos. Sobretodo en una tarde de verano tras un buen baño en el mar y mientras los rayos de sol acarician tu bello rostro.
Pero… ¿como lo hacen? Primero seleccionan a mano las mejores frutas del Olimpo de los dioses. Normalmente utilizan limón, manzana, naranja, manzana de otro color para que no penséis que son unos racistas de manzanas y a veces melocotón. Sacan el corazón de los frutos y lo cortan primero en tiras y luego en cubos. Muchos cubos.
Los cítricos, es decir, la naranja y el limón, se cortan en rodajas perfectas de medio centímetro de grosor. Después, se parten por la mitad con un tajo limpio y certero para su posterior procesado. En este proceso utilizan la misma cantidad de naranja que de limón. Limonanja es real.
Para fabricar una buena sangría necesitan la mejor de las jarras de cristal sagrado, acariciada con mucho cariño por un ser supremo y con un choque de puño de colegas. Una vez la jarra ya tiene su confianza, introducen con mucho cariño toda la fruta troceada en su interior para comenzar con el proceso de mezclado. El primer ingrediente que añaden es el azúcar. Ponen esa mierda por encima de toda la fruta y le dan unos buenos meneos para que no exista ni un milímetro de fruta sin endulzar. Es importante hacerlo así y manchar toda la encimera de azúcar en lugar de utilizar una cuchara.
El primer elemento líquido que le añaden es el vino tinto. La calidad del vino es media. Ponen vino hasta que cubren el contenido y a su vez, la fruta debe ocupar un tercio de la jarra.
Los refrescos son seres delicados. Los abren con cariño y los acarician sensualmente para que todo salga bien. Con los refrescos ya enamorados, pueden añadirlos al interior de la jarra. Primero el de limón… y después el de naranja.
El toque supremo se lo dan con un buen vermut rojo. Aunque las noches de luna llena, también utilizan licor de naranja o cointreau. Incluso un chorrito de vodka para darle alegría al cuerpo.
Un trozo de canela en rama es el ingrediente secreto que le da el punto justo de sabor. Lo añaden justo antes de sobar sensualmente la jarra con una varilla e introducirla lentamente en su interior. Ahora le dan unos buenos meneos para que todos los sabores se mezclen entre sí. Llegados a este punto, dejan el resultado reposar durante 15 minutos. Este tiempo intensifica su sabor.
Por último, añaden tantos hielos como sitio quede en la jarra. Dos minutos después, la sangría esta fresquita y totalmente lista para ser servida. Esta increíble bebida tiene el poder de hacerte sentir en el más bello de los paraísos, aunque en realidad estés en el infierno más abrasador.
Ingredientes:
- Fruta troceada (Manzana, naranja, limón y melocotón)
- Vino tinto
- 1 lata de refresco de limón
- 1 lata de refresco de naranja
- 1 chorro generoso de cointreau o vermú (vermut)
- 1 trozo de canela en rama
- 5 cucharadas colmadas de azúcar