Como hacer marmite santoñés
Resulta que un servidor es de Santoña, una villa marinera ubicada en el litoral cántabro (norte de España) y este, es el plato emblema de la gastronomía santoñesa.
Un guiso riquísimo que se transmite de generación en generación y que ahora, comparto con todos vosotros.
El marmite santoñés, es un guiso blanco que tiene ciertas peculiaridades respecto a otros guisos muy parecidos como pueden ser el marmitako o la marmita.
Para empezar, no lleva pimiento rojo como el resto de estos guisos. Es clave para hacer un buen marmite, disponer de un buen bonito de temporada (a ser posible del cantábrico ;)) y sobretodo el tostado de la cebolla que le da ese toque tan característico al guiso.
Es un plato muy sencillo y extraordinariamente sabroso pero, que requiere de una serie de consejos que debéis seguir al pie de la letra para realizar bien la receta.
Primero debéis “tronchar” las patatas. Esto quiere decir que no debéis cortarlas sino introducir el cuchillo hasta la mitad del corte y romper el resto. Esta técnica hace que parte de la patata pase a formar cuerpo en el guiso y le da consistencia.
El tostado de la cebolla es crucial. No buscamos pochar la cebolla sino tostarla, este tostado junto a un buen vino blanco, le dará un potente sabor al guiso que hará que se os haga la boca agua con solo olerlo.
Hay quien no añade vino blanco pero ami, personalmente me parece que le da un toque especial y algo más de potencia al plato.
Ingredientes:
- Patatas nuevas
- Vino Blanco
- 2 cebollas
- 2 rodajas de bonito
- Sal