Los secretos de las leches o bebidas vegetales

Aunque la denominación comercial de leche sólo se aplica para productos de origen animal (y la leche de almendras), a nivel popular es habitual que sigamos llamando leches vegetales a estas bebidas.
Las leches o bebidas vegetales son suspensiones de material vegetal en agua, que tienen un aspecto similar a la leche de origen animal. Constituyen una alternativa más fácil de digerir, además, actualmente existe una amplia gama para elegir en la mayoría de tiendas. Pero, ¿sabías que también puedes prepararla en casa? a tu gusto, más económico y muy fácil, te enseño cómo.
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Tipos de bebidas vegetales
Gracias al boom que han experimentado estos últimos años las bebidas vegetales, encontrarás un montón de opciones en tiendas y supermercados pero, no dejes de mirar la etiqueta. Para escoger una buena opción fíjate en que no tenga azúcares añadidos, mejor si está enriquecida (suelen traer calcio, vitamina D y B12) y que el porcentaje de cereal, legumbre o fruto seco sea el mayor posible.
Por otro lado, si lo que queremos es usar las leches vegetales en la cocina, es importante tener claras las diferencias entre unas y otras para que sean un sustituto eficaz de la leche y la nata común. La densidad, el sabor y el contenido de grasa determinan qué bebida vegetal será más adecuada para cada receta.
Algunas variedades
- Avena: Es de las más populares, es digestiva, tiene un sabor suave y ligeramente dulce, relaja el sistema nervioso y proporciona vitaminas del grupo B. Es un gran sustituto de la leche en recetas dulces o saladas, suele emulsionar muy bien. En preparaciones cocinadas, como una bechamel o un bizcocho, su sabor prácticamente desaparece.
- Arroz: La leche de arroz es rica en azúcares, por lo que es mejor consumirla con moderación. Aporta vitamina B y carbohidratos, y tiene un efecto relajante, debido a su contenido en triptófano. Además, gracias al almidón, espesa con el calor, permitiendo utilizarla como ingrediente para hacer una salsa cremosa, bechamel o un chocolate espeso.
- Frutos secos: De almendra, anacardo, avellana, nuez… Son leches muy cremosas y nutritivas, ricas en grasas saludables y vitamina E.
- La de almendras es rica en calcio y magnesio y, debido a su cremosidad, espuma y sabor hace que sea la favorita de los cafeteros.
- La de avellanas, por otro lado, destaca por su contenido en vitamina E y, por su fuerte sabor, no es la más versátil, pero es ideal para elaborar postres y desayunos con cacao o muesli por ejemplo.
- Soja: Es una de las más antiguas y conocidas y, después de la leche de vaca, es la que más proteínas aporta. La soja contiene lecitina natural que actúa como estabilizante, por lo que es una buena elección a la hora de batir y emulsionar para elaborar salsas o lactonesa.
- Semillas: Como el lino, sésamo o quinoa.
- La de sésamo es la leche vegetal con más calcio, más incluso que la de vaca.
Preparar tus bebidas vegetales es fácil
Muchas veces las bebidas vegetales del supermercado contienen una proporción muy baja de la legumbre o del fruto seco. Por ejemplo, para una bebida de almendra el porcentaje debería ser de un 8% y sin embargo, muchas veces sólo se encuentran leches con el 4%.
Las bebidas vegetales se elaboran triturando un ingrediente vegetal con agua y filtrándolo para eliminar la pulpa, dando como resultado un líquido más o menos espeso. Para ello sólo necesitas una batidora y un filtro de tela. Pero si las vas a preparar a menudo te recomiendo utilizar un utensilio como la Vegan Milker, que te ayuda a hacerlo más fácil y, sobre todo, más limpio.


Una vez hecha, si la conservas en la nevera, dura unos tres días.
Lo bueno de prepararla tú mismo es que además de añadir la concentración de vegetal que quieras también puedes enriquecerla y darle el sabor que más te guste. Para las leches vegetales más pobres en proteínas (las de cereales) puedes añadir un puñado de semillas de sésamo, pipas o almendras. Por otro lado, si añades una o dos cucharadas de sésamo tostado, estarás enriqueciendo con calcio tu bebida y, si además, agregas unos dátiles para endulzar, mejorarás también su absorción y te quedará deliciosa.
Preparar bebida de almendras
Para 1 litro de bebida utilizaremos 1 litro de agua y 180 gramos de almendras crudas (pueden ser con piel).
Para las bebidas de frutos secos lo mejor es ponerlos a remojo la noche anterior y, por la mañana, desechar el agua, enjuagar y escurrir.
Después, sólo hay que poner las almendras en el vaso de la batidora, con el agua, y triturar unos minutos hasta que quede bien licuado. Terminamos filtrando la leche con un filtro de tela, apretando para que salga todo el jugo.
Preparar bebida de avena
Para hacer un litro de leche de avena se utilizan 50 gramos de copos de avena. El proceso es el mismo que en la anterior, sólo que no hace falta remojar. Bate la avena con el agua y filtra, así de fácil.
Preparar bebida de arroz
Para la leche de arroz necesitamos 100 gramso de arroz cocido (1/2 taza) y 500ml de agua (2 tazas). Y seguimos el mismo proceso, batir y filtrar. Puedes endulzar con dátiles o canela por ejemplo.
Qué hacer con la pulpa
Aquí no se desperdicia nada, y la pulpa que queda después de preparar las bebidas vegetales tiene muchas posibilidades.
La pulpa de la leche de avena se puede mezclar con un poco de harina y hacer una base de pizza, o bien incluirla como ingrediente de galletas, bizcochos o hamburguesas vegetales.
Con la pulpa de las bebidas de frutos secos puedes preparar barritas energéticas, patés veganos o añadirla como un ingrediente más a una ensalada. Y con la de avellanas, además, puedes hacer una crema de chocolate o nutella casera brutales.

Aunque no seas vegano o intolerante a la lactosa, prueba éstas bebidas en la cocina, no hace falta ninguna excusa para disfrutar de las distintas variedades con sus propiedades y sabores diferentes.
Nos vemos en la próxima aventura y recordad… ¡No olvidéis jugar con la comida!
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