LECHE FRITA – Postre cremoso, rico y fácil de hacer
Hoy preparamos un dulce tradicional español, muy típico de semana santa; es muy fácil de preparar y solo necesitas unos ingredientes muy básicos que seguro casi todos tenéis en la despensa. ¡Este dulce esta genial para sorprender a tus invitados! Además un olor muy especial inundará tu casa (a mí me recuerda a cuando era pequeña).
¿Estáis listos? pues vamos a ensuciarnos las manos.
Ingredientes:
- 1 l de leche entera
- 50 g de harina
- 120 g de azúcar
- Esencia de vainilla
- 120 g de Maicena
- 1 rama de canela
- La piel de 1 naranja
- La piel de 1 limón
- 3 huevos
Preparación:
Lo primero que tienes que hacer es añadir un poco de leche en la Maicena, remueve hasta que se disuelva por completo y lo reservas.
Con la ayuda de un pelador, corta unas pieles de limón y de naranja. Si al cortar has dejado partes blancas de la piel por la parte interior, con la ayuda de un cuchillo ráspalas hasta quitar lo máximo posible porque esta parte amarga mucho.
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En una cazuela pon la leche a calentar a fuego medio/bajo, añade el azúcar, la ramita de canela, las pieles de limón y naranja, un chorrito de esencia de vainilla y deja que infusióne para que absorba todos los sabores durante unos 10 minutos; es importante que esté caliente… pero sin dejar que hierva. Pasado ese tiempo, retíralo del fuego y cuela la leche para que quede totalmente limpia.
A continuación, pon la leche en una cazuela a fuego medio, añade la mezcla de Maicena y leche que tenías reservada y vete removiendo poco a poco sin parar hasta conseguir una crema deliciosa y de textura consistente, muy parecida a una bechamel.
Una vez conseguida la crema que hará de relleno para nuestra leche frita… ponla en una bandeja y espárcela para que quede uniforme por toda la superficie interior. Después tápala bien con film trasparente (a piel, es decir… tocando toda la superficie de la crema) para que no se haga costra mientras está en la nevera. Para enfriarlo, primero deja que repose hasta que baje a temperatura ambiente y después mételo en la nevera toda la noche.
Trás 12 horas la crema se volverá solida, así que coge un cuchillo y corta porciones por ejemplo de 10 x 5 cm. Una a una, ponlas en un plato por que las vamos a rebozar.
Coge cada trozo de leche, ponlo en la harina, cúbrelo bien por todos los lados, quita el sobrante dándole unos pequeños golpecitos y mételo en los huevos batidos con cuidado de que no se rompa.
En una sartén con el aceite bien caliente, añade tus cubos rebozados y cuando estén dorados por un lado les das la vuelta para que se hagan por el otro lado. Deben quedar doraditos por toda la superficie y una vez lo estén… retíralos y deja que se enfríen un par de minutos en un plato con papel absorbente.
Mientras aun están calientes, pásalos por una mezcla de azúcar y canela. La mezcla varia según te guste más o menos la canela… si te gusta mucho, pues ponle más y si te gusta poco… pues pon poco o no la pongas.
Eso es todo, hasta la próxima receta y ¡No olvides jugar con la comida!
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