Jengibre, propiedades y recetas

El jengibre es una planta originaria del sureste asiático, empleada como ingrediente medicinal desde hace más de 2000 años. Más tarde se incorporó a la gastronomía por sus múltiples propiedades y su increíble sabor, aromático y picante. Actualmente está presente en las cocinas de todo el mundo, ya sea como especia molida, rayado fresco, en láminas o en infusión.

Propiedades

El aroma y sabor del jengibre provienen de sus aceites naturales, siendo el más importante es el gingerol. Éste es el principal componente bioactivo del jengibre, responsable de la mayoría de sus propiedades medicinales.

• Favorece la digestión, ayudando a controlar el dolor de estómago, la hinchazón y los gases.
• Es antioxidante, ayuda a reducir la actividad de los radicales libres, reduciendo el daño celular y ayudando al envejecimiento saludable.
• Uno de sus usos medicinales más comunes es para evitar las naúseas.
• Calienta el cuerpo desde dentro, lo que hace que las recetas con jengibre resulten muy reconfortantes.
• Es antiinflamatorio, disminuye la inflamación, la hinchazón y el dolor.
• Mejora la circulación de la sangre.
• Tiene propiedades antibacterianas.

También se le atribuyen beneficios contra el dolor muscular y de estimulación del sistema inmunológico. Además se están estudiando sus propiedades anticancerígenas, de mejora de la resistencia a la insulina y aceleración del metabolismo (reduciendo el nivel de azúcar en sangre).

Aunque tiene muchas propiedades beneficiosas, se recomienda evitar tomarlo si: Se padecen problemas de corazón, se tienen úlceras o hipertiroidismo. Algunos expertos recomiendan también que se evite durante el embarazo.

El compuesto bioactivo, el gingerdiol, es más abundante en el jengibre en su forma fresca y lo más recomendable es usarlo fresco para obtener más beneficios.

[amazon box=”B07CTHK6N8″]

Cómo utilizar el jengibre en la cocina

Puedes comprar jengibre fresco o molido. Lo mejor es añadirlo fresco, y no someterlo a una cocción prolongada, porque se hace más picante, pero disminuye la frescura de su aroma.

La famosa infusión de jengibre, es una bebida especiada que calienta intensamente el organismo. Se puede preparar con limón y/o con canela y, si te gusta el dulce, con un toque de miel. Para 1/2 litro de agua (saldrán dos tazas de bebida) usamos unos 30g de jengibre, que viene a ser en tamaño como dos dientes de ajo. Recordad pelarlo con una cucharita, ¡es mucho más fácil! Sólo hay que trocearlo y añadirlo al agua hirviendo, apagar el fuego y dejarlo infusionar 10 minutos. Luego se cuela y se sirve con limón y miel al gusto. Es una receta muy fácil y perfecta para experimentar; si te gusta más o menos potente añades más o menos raíz pero, te recomiendo empezar por una infusión suave como ésta, sobre todo si no estás acostumbrado. Y, si te gusta la canela, no tienes más que añadir una ramita al agua hirviendo.

Otras formas de tomar Jengibre:

• Encurtido: se cortan tajadas muy delgadas y se meten en vinagre. Este encurtido en Japón se llama gari y se sirve con el sushi para refrescar el paladar entre cada plato.
• Confitado: (también llamado cristalizado) se cocina en sirope de azúcar, se seca al aire y se recubre de azúcar.
• Picado fino o rallado: puede ser usado en platos de arroz, para preparar salsas, en guisos e incluso se puede añadir a una mayonesa.
• Molido: Para condimentar todo tipo de platos, sopas, purés, carnes, pescados y salsas. También en pasteles, galletas y panes.
• También puedes preparar una vinagreta, se deja macerar el aceite con el jengibre (pelado y en trocitos), se le añade un chorrito de lima y otro de soja y queda deliciosa con pescado o marisco.

Nos vemos en la próxima aventura y recordad… ¡No olvidéis jugar con la comida!

[amazon box=”B08DTP3NDZ,B085TLY5TK,B005GVENOW” grid=”3″]