Arroz frito con kimchi
Conocida en Corea como kimchi bokkeumbap, esta receta de arroz blanco con kimchi, es muy fácil y rápida de preparar. Está deliciosa y es perfecta como introducción a la comida coreana. Vamos allá…
Ingredientes (2 raciones):
- 240g de arroz en seco
- 1 Pedazo de bacon o panceta
- 1 Cebolleta
- 100-150g de kimchi
- Gochujan o gochugaru (opcional)
- Algas nori (opcional)
- 1 Huevo
Preparación:
El primer paso consiste en lavar el arroz (para quitarle parte del almidón), cocerlo y dejarlo enfriar al menos una hora.
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A continuación vamos a picar los ingredientes, comenzamos retirando la piel de la panceta y cortándola en tacos. *Truco: no tires la piel, te puede valer para dar sabor a otra receta (por ejemplo a unas lentejas). Ahora, toca la cebolleta. Por un lado, prepara la parte blanca, finita (en juliana o como más te guste) y por otro, la verde, en trocitos, éstos los reservamos, ya que no hay que añadirlos hasta el final. Por último, hay que cortar el kimchi, a mí me gusta en trocitos pequeños también.
¿Qué es el kimchi? Se trata de una elaboración coreana a base de col o repollo, puedes ver cómo prepararlo en mi vídeo anterior.
Ya tenemos los ingredientes listos, vamos a cocinar…
Primero añadimos a la sartén los tacos de panceta, sin aceite, según se vayan cocinando van soltando su grasa; si no es así, puedes completar con un poco de aceite, pero seguramente no te hará falta. Una vez dorados, agrega la parte blanca de la cebolleta y cocina a fuego medio hasta que empiece a pocharse.
Cuando ya esté dorado incorpora el kimchi picado, remueve un poco y deja que se cocine un par de minutos (si se queda muy seco puedes añadir un poco de agua). Seguidamente añade el arroz, removiendo bien, pero con cuidado para no estropearlo, irá cogiendo un increíble color rojo y absorviendo todos los aromas y sabores. Es el momento de darle el toque picante con la salsa gochujan, gochugaru, gochu… bueno, la salsa picante que más te guste.
Cuando ya casi está, añadimos la parte verde de la cebolleta que habíamos reservado. Dos minutos después lo retiramos del fuego, de esta forma evitamos que se quede blanda.
¡Ya está listo el arroz! Sólo queda servirlo con un huevo frito. Pero ojo, con la yema sin cuajar, de esta forma se fundirá con el arroz al removerlo. Puedes completar la receta con unos trocitos de alga y sésamo negro, le darás un toque de textura y atractivo al plato para disfrutar con todos los sentidos.
Nos vemos en la próxima aventura y recordad… ¡No olvidéis jugar con la comida!
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